Atención excepcional y silencio absoluto

Despertar con el aroma de un delicioso desayuno y la amable atención de Tatiana fue un verdadero regalo. La tranquilidad del lugar te abraza, perfecto para descansar.

Lo único que podría mejorar es el ruido que entra desde las habitaciones vecinas. A veces, se escuchaban conversaciones desde el pasillo, lo que interrumpía un poco la paz.

La estancia fue muy relajante, especialmente en la terraza con vistas a las montañas. La piscina al aire libre fue un buen lugar para refrescarse. Recomiendo prepararse sus propias comidas, pues en la cocina se siente como en casa. Tatiana y Duanne fueron muy amables durante mi visita. El entorno es perfecto para desconectar un poco y disfrutar de la naturaleza. Como amante de la cocina y las tradiciones andaluzas, este lugar se siente como una joya.

El aislamiento interior de las habitaciones podría mejorar, ya que se escuchan conversaciones del pasillo, lo que interrumpe la tranquilidad. noté que la organización del desayuno tenía algunos altibajos.

El trato de Tatiana fue excepcional y muy cercano.

El ambiente es muy informal y familiar. Las camas son cómodas y el servicio de masajes es extraordinario.

me sentí bien acogido, no tengo ninguna razón para quejarme

excelente base para explorar la alpujarra granadina y sus alrededores

Desde el momento que llegué, la tranquilidad y el ambiente acogedor hicieron que me sintiera como en casa, además, puedes disfrutar de maravillosas vistas en el mirador de las Alvirillas, que está a solo 2 km de distancia, y el embalse de Beznar, a menos de 5 minutos en coche, es perfecto para un paseo al aire libre y disfrutar del paisaje.

Me encantó el trato, Tatiana es muy simpática y te ayuda en todo lo que necesites en tu viaje. Las estancias son nuevas, cómodas, limpias y decoradas con gusto. El entorno es mágico, solo a unos minutos de la autovía pero en plena naturaleza.

Faltó un poco de organización en el desayuno del segundo día. El aislamiento interior de las habitaciones podría mejorar, ya que se escucha ruido de las habitaciones de al lado.

Estuvimos como en casa, el hotelito es hermoso y cómodo. Disfrutamos de las terrazas y la piscina, y las vistas del valle son una delicia.

El wifi excelente, pero la organización del desayuno fue un lío, ¡casi me muero de hambre un día!

Las instalaciones son encantadoras, con un entorno natural precioso. La anfitriona es sumamente amable y ofrece un desayuno delicioso, aunque hubo un pequeño desorden en la organización del segundo día. Ideal para distenderse, pero podrían mejorar el aislamiento para disfrutar aún más de la tranquilidad.

La Boheme Casa Rural es un lugar encantador. Estuvimos como en casa, la habitación doble era preciosa y muy cómoda. Las terrazas y la piscina son perfectas para relajarse, y el trato de Tatiana y Duanne fue excepcional, siempre atentas a nuestras necesidades. Sin duda volveremos a explorar más del valle.

recomendado

Wi-fi gratuito muy rápido, pero la piscina no estaba climatizada.